viernes, 8 de abril de 2011

Roxette: el show fueron ellos y un público fascinado

“Na, na, na, na, ná She´s got the look” corearon eufóricos los fans, una y otra vez, cuando Marie apuntaba con su micrófono al público y toda la banda frenaba por un instante la interpretación de la canción. Roxette logró hacer perpetuar a miles de personas recuerdos de la infancia, la adolescencia y la adultez, con cada una de sus ya conocidas melodías.

Después de semejante recital, los que estuvieron ahí, no deben parar de repetir con sus mentes, sus corazones y los más audaces con su voz los hits que ayer los sacudieron de alegría, melancolía y emoción.

Las voces del dúo sonaron impecables, como el cd que escuchábamos 15 años atrás o más. El show fueron ellos mismos, los músicos que interpretaron las canciones de principio a fin con una energía increíble y el público fascinado que disfrutó el regreso, como si fuera la última vez. No hubo despliegues escenográficos, ni cambios de vestuario llamativos, sólo ellos, sus voces, sus acordes y sus juegos de instrumentos.

El espectáculo transitó por los clásicos lentos, muy románticos y canciones que ni el más dispuesto a quedarse sentado pudo resistirse a ponerse de pie para dar rienda suelta a su esqueleto. Roxette fue manejando las revoluciones del público como quiso y los fans se dejaron sorprender por cada elección de la banda.

Por momentos, el público no sabía cómo coordinarse para pedirles en otro idioma el clásico “una más” o “no se va, Roxette no se va”… Sólo salió clarito y perfecto el “Olé, olé, olé, Roxette, Roxette”… Igual, el dúo sueco supo percibir lo que el público quería y regresó en dos oportunidades para seguir haciendo delirar a sus fans. Las frases finales de las dos últimas canciones interpretadas a capella por Marie, y la armónica de Per, estremecieron a todos, dejándoles la sensación de ser realmente afortunados por haber podido presenciar semejante espectáculo.

Las marcas no aprovecharon el show

El grueso de los asistentes se enfilaba en la década de los 30. También, había muchos de la década de los 20 y algunos mayores que no se quisieron perder el evento. Era una oportunidad para que las marcas se acercaran a este sector particular y sin embargo sólo una, Burger King, estuvo presente. Al ingresar al predio, dos promotoras entregaban flyers con descuentos en los locales y una simpática púa, a tono con el perfil rockero, que llevaba la estampa de la marca.

En el hall de entrada al Orfeo no había un banner ni siquiera de la banda sueca y una vez adentro del salón, antes de que comenzara el show lo único que se vio proyectado en la pantalla gigante fue el logo de la marca de hamburguesas e infinidad de divertidos mensajes de texto, que los asistentes enviaban a un teléfono dispuesto por el organizador del evento.

Otras miradas en:

http://vos.lavoz.com.ar/content/roxette-en-cordoba-noche-de-reencuentro-con-roxette

http://www.diaadia.com.ar/?q=content/ella-tuvo-el-look-y-mucho-mas-que-eso#fragment-2


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta Roxette! Estuvo buenisimo el espectaculo!