miércoles, 24 de junio de 2009

Avanza la genética y el debate en torno a la seguridad alimentaria

A través de organismos vivos nuevas técnicas buscan modificar un producto o mejorar plantas y animales. Los costos ambientales preocupan a los investigadores, pero los efectos en la salud aún no están comprobados. Especialistas exigen más control e información en la producción de transgénicos.

El incesante intento del hombre por estar un paso adelante de la naturaleza lo llevó a un hallazgo controvertido en el campo científico: los Organismos Genéticamente Modificados (OGM). Detrás de ellos, hay poderes económicos en pugna, riesgos ambientales que inquietan a los especialistas y debates en torno a la salud alimentaria que hay que manejar con cautela.

Al respecto, Rubén González, doctor en Ciencias Biológicas explica: “En los últimos 15, 20 años se ha logrado con el avance en la biología molecular que la transgénesis llegue a un alto grado sofisticado de cirugía génica, donde se corta un gen o un pequeño grupo de genes y se los lleva mediante un vector a otra especie, en una posición muy precisa, muchas veces asegurando la continuidad de ese gen en la otra especie”.

Este procedimiento es el que da origen a un OGM, definido como aquella planta, animal, hongo o bacteria a la que se le agrega por ingeniería genética uno o unos pocos genes, para dotarla de propiedades particulares que primariamente no producía. Lo novedoso de la biotecnología es que utiliza organismos vivos o sustancias de estos organismos para hacer o modificar un producto, mejorar plantas o animales y desarrollar microorganismos para usos específicos. Mediante esta técnica, especies muy dispares pueden formar una misma célula, ya sean vegetales, animales, insectos o bacterias.

En el caso de los cultivos genéticamente modificados pueden adquirir resistencia a la sequía, a las heladas, a suelos salinos, a determinadas plagas de insectos, a enfermedades, y al mismo tiempo mejorar sus cualidades nutritivas, aumentar la producción, y desarrollarse en zonas inhóspitas.

Los genes naturales también llevan patente

Actualmente, lo más revolucionario en materia agronómica es la incorporación del gen Bacillus Turigencis, presente en un hongo que parasita las plantas. Este gen, extraído del suelo, se incorpora al maíz conformando los cultivares de maíz BT, que adquieren resistencia a una gran cantidad de larvas de gusanos, responsables de grandes pestes en los cultivos.
Otro caso es la Soja Round-up Ready. Se trata de una especie que es tolerante al roundup, un herbicida exterminador elaborado con un producto químico que es el glifosato. Con este cultivo, se logra que la planta, cuando entra en contacto con el inhibidor que provoca este químico, lo bloquee y siga viviendo normalmente.
Respecto a la propiedad de estos genes, María Natural Costamagna, coordinadora de
Greenpece Córdoba, denuncia: “Monsanto produce el Round-up y produce la soja RR. La misma empresa produce el veneno y la planta modificada para resistir a ese veneno. Ahí está también el tema de las patentes. Al modificar la soja con este gen, Monsanto es el único dueño de esta cepa de soja”.
En coincidencia con ello, Raúl Montenegro, presidente de la Funam (Fundación para la Defensa del Ambiente), expresa: “La revolución transgénica surge porque a nivel internacional se decide aceptar el patentamiento de vida, cosa que a nosotros nos parece totalmente una aberración. No es posible que, por ejemplo, alguien pueda patentar el genoma de soja RR cuando el 99% de los genes que tiene ese genoma, son genes naturales, de la propia planta”.

La biodiversidad estaría a salvo

Un aspecto cuestionable desde Greenpeace es que para combatir las malezas se necesita cada vez más cantidad de glifosato, lo cuál ocasiona una pérdida económica para el productor y más contaminación de los suelos. Sumando a ello, Daniel Peiretti, ingeniero agrónomo, advierte: “La otra gran batalla es la contención de los insectos y las enfermedades, que más allá de que se les imponga una barrera, siguen evolucionando, y pareciera que mientras más se los presiona con cultivares resistentes, ellos están más obligados a generar formas distintas, que terminan siendo a lo mejor más agresivas que las que había”.
Por otra parte, frente a las variaciones genéticas de la biotecnología, la biodiversidad puede correr peligro. Justamente, para preservar las formas vegetales se crearon en el mundo bancos de germoplasma. Hay centros de trigo, de girasol, de maíz, de soja, para que con el tiempo uno pueda encontrar allí alguna especie o subespecie primitiva. “Hay una red en el mundo tendiente a preservar esa genética, que se estaría perdiendo por este proceso de cruce, recombinación y selección. Eso ha recibido el nombre de erosión genética”, asegura el Ingeniero Peiretti.

Efectos colaterales y mayor control

El avance de estos nuevos procesos ocasiona, para algunos, serias consecuencias ambientales. Desde la Funam reclaman una respuesta por parte del Gobierno para prohibir todo tipo de desmonte y evitar la expansión de cualquier cultivo que implique la destrucción de bosques nativos. En tal sentido, Córdoba es el lugar más afectado, porque tiene la tasa más alta de desmonte. “En un país como Argentina, más del 75% de tierras que pueden ser dedicadas al cultivo, están dedicadas a soja RR. Entonces, un país deja de tener seguridad alimentaría y, por lo tanto, pierde calidad alimentaría”, enfatiza Montenegro.
Otros daños colaterales de la biotecnología podrían surgir a partir de los productos químicos que se incorporan al suelo, tales como herbicidas e insecticidas, que según el Ingeniero Peiretti ocasionarían un daño en la alimentación de los humanos.
Desde otra perspectiva, Monsanto como firma perteneciente al
Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la Biotecnología, en el informe 2008 establece cuáles son los beneficios de los cultivos GM, entre los que destaca los menores costes de producción, la preservación de la biodiversidad al economizar suelo para los cultivos, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la contribución contra el hambre y la pobreza al aumentar la renta de los pequeños agricultores, entre otros.

Seguridad alimentaria

Respecto al impacto que los OGM pueden ocasionar en la salud humana no hay nada comprobado aún. “Hay plantas que producen proteínas muy alergénicas, y eso es peligroso para la salud, y hay eventos que no, en los que la proteína es totalmente inocua. Por lo tanto, generalizar en lo transgénico es un peligro”, admite Cecilia Miozzo, doctora en Ciencias Químicas e investigadora asistente del Conicet.
Desde Greenpeace, se advierte que las enzimas y proteínas que derivan de los OGM no se encuentran en la dieta común del ser humano, razón por la cuál al organismo le cuesta degradarlas. A raíz de ello, desde la Organización reclaman el etiquetado de los alimentos transgénicos y un mayor control de parte de la Conabia (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria), que es el organismo que regula y aprueba los eventos transgénicos. El estar informados es un derecho y las empresas deben garantizar que los productos que se consuman sean inocuos.


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martes, 23 de junio de 2009

Lo transgénico en la dieta argentina

-Durante el 2008, se alcanzaron 800 millones de hectáreas de cultivos genéticamente modificados, destacándose como principal la soja transgénica.

-Los líderes en la producción de cultivos GM, durante el 2008 fueron China, India, Argentina, Brasil y Sudáfrica.

-En Argentina, más del 75% de las tierras están dedicadas al cultivo de la soja RR.

- Entre los productos que encontramos en el supermercado los que contienen componentes transgénicos, según los especialistas consultados, son: los caldos sintéticos, los medallones de pollo Granja del Sol, los productos derivados de la soja y el maíz, los tomates enlatados, el pan y las pastas.

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domingo, 7 de junio de 2009

Testigos, gendarmes y artistas del acontecer

..."Esta profesión está hecha, a la vez, de accidentes y sustancias, de instantes y de eternidad, de letras grandes y letras pequeñas, de gritos y de silencios"...
Ryszard Kapuscinski
-Periodista y escritor polaco-

Celebrar el día del periodista hace replantear a quienes están en la profesión cuál es su rol y cómo vienen desempeñándolo. Además, los invita a revisar cómo ejercen su compromiso con la realidad y cuál es su grado de formación para aportar a la construcción de la opinión pública.

A los periodistas que caminan nuestras calles se les exige calidad, velocidad, precisión, veracidad, creatividad, humanidad, ingenio, inteligencia y manejo de todas las herramientas tecnólogicas pertinentes para su profesión. A todos ellos, que deben ser multifacéticos y esforzarse diariamente por conseguir buenas noticias, ¡Muy feliz día!




Está en el ADN de los periodistas caminar las calles para buscar un hecho que contar, una historia para narrar, un suceso para denunciar, una realidad para criticar o un evento para celebrar.

Este video, realizado por Miguel Pérez Gaudio, inquieta a los testigos, gendarmes y artistas del acontecer a preguntarse: ¿la ciudad de Córdoba está tranquila? ¿Qué encuentran en ella? ¿Cómo construyen su realidad?



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